El crédito prendario fue otorgado en un principio por la iglesia, después por el Estado y posteriormente por instituciones no lucrativas. Estas instituciones operan preponderantemente sobre alhajas y prestan un promedio del 40 o 50 % del valor de las prendas, los préstamos son inmediatos y tienen una vigencia de 3 a 5 meses, con posibilidad de un refrendo (renovar el plazo pagando únicamente los intereses).
A diferencia de los tabúes comerciales que existen sobre la materia, la mayoría de los clientes pagan y finiquitan sus créditos totalmente, ya que el porcentaje de clientes que no pagan y que pierden sus prendas representa a nivel internacional solo el 20 % y en el caso de México su promedio es tan solo el 7 % de los pignorantes (nombre común del sector prendario para referirse a los clientes).